El ‘llits de la Mare de Déu’ entre la tradición, el arte y la espiritualidad
50 iglesias de la Part Forana y 17 de Mallorca exponen el monumento de la Virgen yaciente entre ángeles y 'bellveures'
Mallorca es uno de los pocos lugares del mundo donde se conserva esta tradición ancestral
Este lunes se celebra la Mare de Déu d’Agost una de las fiestas religiosas de mayor trascendencia entre la sociedad mallorquina. Esta festividad, que data del siglo XIV y que se celebra cada 15 de agosto, vivió una época de oscurantismo durante gran parte del siglo XX pero fue recuperada durante las últimas décadas por parte de las instituciones y con la colaboración de asociaciones como Arca y el Obispado. Es una fiesta que aúna patrimonio, tradición y espiritualidad y que ha recuperado el esplendor de otras épocas.
Esta festividad se surte de una iconografía que representa a la Mare de Déu yaciendo sobre un lecho, los llamados llits, custodiado por ángeles y apóstoles, en el momento en que asciende a los cielos en cuerpo y alma, tal como hizo su hijo. Esta tradición, de fuerte carácter mallorquín, trasciende el plano religioso y se interrelaciona con el arte, el patrimonio y la sociedad, que la reivindica y le vuelve a dar una repercusión que no tenía hacía siglos.
Un total de 67 iglesias de Mallorca (50 de la Part Forana y 17 de Palma) exponen Llits de la Mare de Déu con motivo de la festividad de la Asunción. El Consell destaca que Mallorca es uno de los «pocos lugares del mundo» donde se conserva esta «tradición ancestral», una tradición que «sirve para «proteger, conservar y difundir tanto la fiesta religiosa que envuelve a la Mare de Déu, como los bienes patrimoniales y todo el trabajo que gira entorno a esta figura».
El objetivo de la recuperación de esta fiesta es dar valor al sentido religioso, patrimonial, histórico, cultural y artístico de todos los monumentos que muestran esta escena. Estos llits son unas piezas, en muchos casos, monumentales, que se exponen unos días al año con motivo de la festividad del 15 de agosto. Suelen acompañar a la Virgen figuras de ángeles y otros elementos sin faltar nunca las macetas de bellveures.